El prestigio que tiene la Universidad Externado de Colombia en los ámbitos nacional e internacional es uno de los orgullos más grandes para quienes hemos estudiado en esta institución y estamos vinculados a ella desde hace varios años como docentes. Sabemos que cada día, sin falta, tenemos que renovar el inmenso compromiso de que ese prestigio se mantenga.
Las universidades son espacios privilegiados para formar generaciones capaces de transformar el mundo, por eso deben propender por ser cada vez mejores y siempre estar atentas a proveer las herramientas necesarias para que ese mundo logre tener las revoluciones que necesita con urgencia. Desde hace cerca de cuatro años nuestra universidad entró en una dinámica renovadora que nos ha conducido a andar con paso firme por nuevos caminos democráticos que poco a poco van perfilando las transformaciones que veníamos necesitando, gracias a la iniciativa de un grupo de valientes profesores y profesoras que entendieron que la academia va mucho más allá de impartir conocimientos y que es justamente con el ejemplo y la práctica que se puede hablar de democracia o participación, en particular en una escuela humanista como la nuestra.
Luego de un arduo trabajo de convocatorias, asambleas, debates, disensos y consensos logramos desarrollar valiosos e indispensables procesos, promovidos principalmente por la Comisión de Impulso. El primero de ellos, la elección de un nuevo Consejo Directivo compuesto por docentes de distintas facultades; el segundo de ellos, la elección de un nuevo rector, esta vez con la participación de los y las docentes y estudiantes, mediante la figura de consulta no vinculante; el tercero de ellos, la elección de los estudiantes a Consejo Directivo de la universidad; el cuarto, la designación de nuevos decanos utilizando también la consulta no vinculante, y, finalmente, la elección del consejo de profesores de todas las unidades administrativas. Sumado a lo anterior, ha resultado muy estimulante la participación de profesores y profesoras que han conformado diferentes mesas en las cuales se están discutiendo temas estratégicos tales como gobernabilidad, género o investigación, espacios que, sin duda, aportarán elementos muy valiosos para nuestro futuro como institución.
Tenemos grandes retos por cumplir, entre ellos, quizá el más importante es fortalecer nuestro compromiso de participación y, de esta manera, entender que la universidad no son los edificios o las directivas, sino, fundamentalmente, toda la comunidad que la constituye. Cada acción, cada decisión que se tome nos afecta a todos y a todas, por ende, debemos estar informados y, no solamente acatar decisiones, sino, principalmente, aportar ideas desde nuestros múltiples saberes.
Seguiremos adelante con toda la energía para que el Externado siga siendo esa institución que tanto le ha aportado a un país que requiere de manera urgente el trabajo arduo y el compromiso de todas y todos.